MIS FUTUROS AGUACATES
Hace dos meses empezó este proceso y estoy refeliz de ver los resultados. Hasta el momento dos semillas sembradas, dos futuros árboles de estatura enana, por que así los quiero. No cuento con espacio para un árbol grande, pero lo que más me impresiona es que con un poco de cuidado en las plantas, se pudieran obtener estas maravillas.
Sus hojas tienen un tono de verde brillante difícilmente de igualar. Todo inicio desde la preparación de un buen sustrato (tierra orgánica o compost), macetas limpias (desinfectadas con vinagre dentro y fuera), herramientas limpias, semillas en buen estado (quitar la primera cáscara), buen sol, abundante líquido (depende del clima donde te encuentres, donde estoy la temperatura puede pasar los 30°C).
Para sembrar esta semilla, se debe preparar una maceta, agregar en ella el sustrato ya preparado. A unos 5 cm le introduces la semilla (boca abajo) en ella, luego la humedeces y listo. Dentro del primer mes, trata de regar tu siembra constantemente (de cuerdo al clima). En mi caso esperaré que los futuros árboles pidan ser trasplantados a su siguiente maceta, que será la definitiva hasta recoger mis aguacates o paltas.
En este tiempo de cuidado, vino a mi mente el cuidado que tiene Dios con nosotros, 2 Corintios 9:10 (versión tpt) Este Dios generoso que suministra semillas abundantes para el agricultor...Luego multiplica la semilla a medida que la siembras, para que crezca la cosecha de tu generosidad.
En nosotros está en poner en práctica lo recibido por Dios y multiplicarlo. Es un paso de fe y acción. Hoy de lo que he recibido te comparto, para que tu sigas con esta multiplicación, de semillas de amor, generosidad, conocimiento, lo que tengas en tus manos, etc., hay muchos corazones que esperan, como la tierra fértil, una buena noticia, que alegre y cambie sus circunstancias, por difícil que sea. Por que es mejor dar que recibir.